Elige la vida, elige un empleo, elige una carrera, elige una familia, elige un televisor grande que te cagas, elige lavadoras, coches, equipos de compact disk y abrelatas eléctricos.
Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales, elige pagar hipotecas a interés fijo, elige un piso piloto, elige a tus amigos, elige ropa deportiva y maletas a juego, elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos, elige el bricolaje y preguntarte quién coño eres los domingos por la mañana, elige sentarte en el sofá a ver teleconcursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura.
Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte.
Elige tu futuro, elige la vida.
Pero por qué iba yo a querer hacer algo así.
Yo elegí no elegir la vida, yo elegí otra cosa, ¿y las razones?… No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?
Cuando estás enganchado tienes una única preocupación… pillar, y cuando te desenganchas de pronto tienes que preocuparte de un montón de otras mierdas, no tengo dinero no puedo ponerme pedo, tengo dinero bebo demasiado, no consigo una piva no echo un polvo, tengo una piva demasiado agobio, tienes que preocuparte de las facturas, de la comida, de algún puto equipo de fútbol que nunca gana, de las relaciones personales y de todas las cosas que de verdad no importan cuando estás auténticamente y sinceramente enganchado al caballo.
Es sin duda un fenómeno común a todas las facetas de la vida, pues hay un momento en que se tiene y después se pierde y se ha ido para siempre, en todas las facetas de la vida.
Así que todos envejecemos, dejamos de volar y se acabó.
¿Encuentras que éste sistema funciona bien? O déjame adivinarlo, nunca lo has probado antes, en realidad tu no le entras a las chicas normalmente ¿me equivoco? La verdad es que eres uno de esos chicos silenciosos y delicados, pero si estoy dispuesta a arriesgarme quizá podría llegar a conocerte mejor, ingenios, aventurero, apasionado, cariñoso, leal (Taxi), un poquito chiflado, un poquito malo, pero… ¿acaso no es eso lo que a las chicas nos vuelve locas?... ¿Bueno, qué pasa chaval, te ha dado un pasmo?
Nuestra única respuesta era: seguir igual y a la mierda con todo.
Acumular miseria tras miseria, apilarlo sobre una cucharilla y disolverla con una gota de bilis, después chutarlo por una vena apestosa y purulenta y vuelta a empezar, seguir igual, levantarse, salir, atracar, robar, putear a la gente, lanzándonos con anhelo en pos del día en que todo saldría mal, porque no importa cuánto guardes para mañana o cuánto robes, nunca tienes suficiente, no importa la frecuencia con que salgas a atracar y a joder a la gente, siempre tienes que levantarte y volverlo a hacer todo otra vez.
Hay cosas mejores que la aguja Rens, elige la vida.
Aún no tengo el mono, pero está en camino, eso es seguro. De momento estoy en el limbo yonqui. Demasiado enfermo para dormir, demasiado cansado para mantenerme despierto, pero el mono está en camino. Sudor, escalofríos, náuseas, dolor y ansia, un estado de necesidad como nunca antes he conocido se apoderará de mi, está en camino.
Es un juego de perdedores señora Rentom, quiero decir, no digo yo que sea inocente, estoy muy lejos de serlo, pero…llega un momento en que tienes que volverle la espalda a ese sin sentido y simplemente decir no.
Parece ser que soy el tío más afortunado del mundo, varios años de adicción justo en mitad de una epidemia rodeado de muertos vivientes, pero yo no, yo he dado negativo, es oficial, pero una vez que se desvanece el dolor empieza la verdadera batalla, depresión, aburrimiento, te sientes tan hundido que quieres quitarte de en medio.
No serás joven siempre Mark, el mundo está cambiando, la música está cambiando, hasta las drogas están cambiando, no puedes quedarte aquí todo el día soñando con la heroína…
Ir tirando mirando hacia delante hasta el día que la palmes.